La bandera
extremeña está formada por tres franjas horizontales iguales: la superior, de
color verde, la central blanca, y la inferior, negra. Estos colores tienen una
explicación histórica: el color verde era el color emblemático de la venera de
la Orden de Alcántara, cuyos territorios y encomiendas se extendieron por gran
parte de las provincias de Badajoz y Cáceres. El color blanco era
utilizado en el pendón real de los monarcas leoneses y castellanos que
reconquistaron la región incorporándola a Castilla. El color negro se tomó del
estandarte de los reyes Aftásidas de Badajoz, que crearon un gran reino
musulmán sobre la mayor parte de Extremadura, en el siglo XI, y aportando un
esplendor literario y cultural como nunca antes fue conocido
Escudo
de Badajoz
Escudo
Provincial
de Badajoz
En campo de azur, una columna, de plata, cintada, de oro, con el lema
"PLUS ULTRA", en letras de gules, siniestrada de un león rampante, de
gules, empinado a ella; todo ello terrasado de sinople.
Aprobado por acuerdo plenario de la Diputación Provincial de 27 de Octubre de
1868.
ESCUDO
DE LA CIUDAD DE BADAJOZ
En campo de azur, sobre terrasa de sinople, dos columnas, de plata, con cintas,
de oro, y la descripción "plus" en la diestra y "ultra" en
la siniestra, en letras de sable; y alzados y apoyados en las columnas, dos
leones, afrontados, de gules, linguados de lo mismo y uñados y coronados de
oro. Al timbre corona Real abierta.
Escudo de
Cáceres
Historia
del escudo de Cáceres
El día 23 de abril del año del Señor de 1229 (1267 de la era hispánica), las
huestes del monarca Alfonso IX de León, reconquistaron definitivamente nuestra
ciudad de Cáceres para el mundo cristiano.
"Que doze omes bonos de la villa de
Cáceres por todo el Concejo otorgaron y fizieron juramento, que fuessen
sugetos, y obedientes con la villa de Cáceres y todas sus pertenencias, al Rey
que regnare en el Reyno de León, y no otro ninguno, e si el Concejo esto assi
fiziese, que sean leales y bonos vassallos, y si este pleyto quebrantasen, que
ellos y sus hijos y sus herederos sean traydores y malditos, con Judas trydor
sepultados en el infierno».
Así las cosas la villa adopta como sus armas las
de su monarca, es decir un león, colocando el mismo en el sello oficial para
así estamparlo en todos los documentos.
Primero fue Fernando IV llamado el emplazado,
luego sería Fernando III, rey de Castilla, quien también utilizó sus tropas a
favor de la villa de Cáceres, lo que dio pie a que algunos caballeros de los
asentados en esta ciudad utilizaran de manea oficial también el escudo de
Castilla, es decir, el castillo. Y aquí es donde comienza el verdadero punto de
partida de los problemas de la villa, es decir, el uso de dos sellos
«oficiales», el león y el castillo, la ciudad prácticamente se divide en dos
bandos bien diferenciados. Y pasaron algunos años mientras que los cacerenses
mantenían su rivalidad.
Llegaron los Reyes Católicos, y gracias al gran
tacto de doña Isabel se consiguió la eliminación de la dualidad de sellos, de
ahí que en la quinta de las Ordenanzas que doña Isabel dio a Cáceres el día 9
de julio de 1477, se le lee lo siguiente:
«Item mando, y ordeno, que luego la justicia, regidores desta dicha villa,
desfagan los dos sellos que tienen del Concejo, y faga uno, y no más, que tenga
un escudo de armas, y en la mitad del aya un Castillo, y en la otra mitad un
León; las quales dichas Ermas yo doi por armas propias suyas a la dicha. Villa
de Cáceres para siempre jamás, y que este sello esté siempre en poder de uno de
los regidores y del procurador...",
Y cuenta la leyenda que la Reina Católica con sus
propias manos bordó en el rojo pendón de San Jorge, las nuevas armas de la
villa, que han perdurado hasta el momento presente, así como el sello oficial
del Ayuntamiento. (Ext. 23 de abril de 1948).