De las Filesas hemos
pasado a las actuales monstruosidades de los ERE andaluces, que sin duda será
lo que le cueste la pérdida del Gobierno en las ya muy próximas elecciones. Y
de añadido, nombran al Presidente de la Junta de Andalucía, Griñán, nuevo
Presidente del PSOE nacional, tras el turbio asunto de los mil millones de
euros repartidos graciosamente por la Junta.
En la ya muy larga
lista de corrupciones, al menos en número son superiores las cometidas por el
PSOE en alcaldías y organismos varios, según informe de la Fiscalía General,
emitido cuando a su cargo estaba el Fiscal General designado por el Gobierno
socialista. Parece como si hubieran sido catetos de escaso pelo moral que
encontraron la oportunidad de enriquecerse, aunque fuera en corta medida. Todos
querían ser nuevos ricos en el reparto. Pero ése ha sido un dardo clavado en el
corazón de quienes veíamos la honradez
como requisito ineludible de la marca.
De acuerdo en que lo
de la derecha han sido y son palabras mayores y a otra escala. Pero ello no
basta para justificaciones. La impresión de corrupción generalizada entre los
ciudadanos alcanza de lleno y aun agrava la responsabilidad del PSOE y su
entorno simpatizante.
Y encima no han sido
capaces de enmendar una de sus mayores corrupciones al cebar económicamente a
la Iglesia Católica. Sí, sí, no es obsesión ni mentira: todos los años se la
ceba con 6.500 millones de euros, igual al monto
sumado de pensiones congeladas y rebajas de sueldos a funcionarios, que
tan ágil e inicuamente hizo el PSOE. Los españoles, un español, es a la vez
clerical y anticlerical, ansioso de laicismo y entregador de prebendas y
privilegios. Ahora mismo, el nuevo Secretario General Rubalcaba agitó en su discurso
la bandera de replantearse los Acuerdos con la Santa Sede si los chicos del PP
no eran buenos. Pero todos sabemos que ni los chicos del PP serán buenos ni el
PSOE mantendrá la propuesta en firme y como firme. El PSOE es tan vaticanista
como el PP, y bien lo demostró al retirar a la
Iglesia la exigencia de que se autofinancie. Otra de sus corrupciones.
También puede
considerarse corrupción que con toda caradura haya participado en cuanta operación bélica se ha planteado
en el mundo, olvidada ya la tarde de
gloria de lo de Irak. El PSOE fabricó bombas de racimo durante sus mandatos, con Bono y Chacón de ministros de
Defensa.
Todo ello conduciría
a aceptar la grosera y tan manida expresión de que PSOE y PP la misma mierda
es. Solo la derrotada Chacón habló de
conciliarse con la calle y otras fuerzas de izquierda.
Y sin embargo no lo
es. Nadie es perfecto, como sentenció Billy Wilder en frase histórica. El PSOE
debe pagar por sus atrocidades
económicas. Pero tampoco se puede olvidar que la Humanidad y España solo han
prosperado con avances en lo social y en lo individual. Repasen ustedes mismos
lo que era España hace 30, 20, 10 años y lo que es ahora. ¿Usted no vive ahora
mejor que hace 10 años? Aunque el PP sea la sombra de la duda.
Se es de izquierda
si te gustan más los planteamientos sociales y de vida que predican. Si eres
más solidario que la derecha. Menos
inmovilista y conservador. Menos apegados a tradiciones y costumbres. Si no te
gusta más lo que busca la derecha, si
crees que lo ofrece mejor la izquierda. Si prefieres lo público a lo privado.
Si se trabaja menos para el capital y para el control de la riqueza por parte
de unos pocos, como propugna la derecha. En definitiva, si aun dentro de la
imperfección acumulas menos mugre social. Y sobre todo y dicho de modo
peligroso e inexplicable, si eres de izquierda sentimental, irracional y hasta
visceralmente. Y por supuesto sin estar sujeto a los intereses o defensa
radical de ningún partido político.