lunes, 29 de julio de 2013

- E - Emilio Botin

En enero busca la liebre en el agujero
En enero el ajo puntero
En enero lleva la oveja al carnero
En enero no hay galgo librero
En enero se le heló a la vieja el puchero
En esta vida caduca, el que no trabaja no manduca
En este año para medrar no se puede tener buen corazón
En este mundo cansado, ni hay bien cumplido ni hay mal acabado
En este mundo mezquino, cuando hay para pan no hay para vino
En febrero busca la sombra el perro, no la del amo sino la del puchero
En febrero, siete capas y un sombrero
En febrero, un rato al sol y otro al humero
En febrero veinte pies salta la liebre en el sendero, pero si al galgo le dan pan duro veintiuno
En funcia del conde no metas al hombre
En habiendo vino, aceite y manteca de cerdo, media botica tenemos
En habiendo vino, baraja y brasero, venga aguacero
En juego ni en veras, con tu señor partas peras
En julio todo el pueblo en la era y en la torre la cigüeña
En junio la hoz en puño
En la adversidad dice el amigo la verdad
En la batalla del amor al que huye es el vencedor
En la boca de un gañán, en dos paletas se pierde un pan; y si le dan un jarro de vino, pronto se va por el mismo camino
En la boca del discreto, lo público es secreto
En la calle de Meca quien no entra no peca
En la cama del can no busques el pan, ni en el hocico de la perra la manteca
En la cama muy loca, en la casa muy cuerda
En la cara está la edad
En la casa del que jura no falta desventura
En la casa del cura siempre reina la ventura
En la casa del mezquino no sobra el agua y falta el vino
En la casa donde hay suegra no hay hora buena
En la casa donde no hay panchón, todos riñen y todos tienen razón
En la cola se conoce, por todos, la zorra
En la confianza está el peligro
En la demasiada risa se conoce al necio
En la duda echar por medio
En la guerra como en el amor, una retirada a tiempo es lo mejor
En la Iglesia manda Dios y en el campo los pastores
En la lengua estriban los mayores daños de la humana vida
En la mesa de San Francisco donde comen cuatro comen cinco
En la mesa y en el juego se conoce al caballero
En la mesa y en el juego la educación se ve luego
En la plaza pública azotaban al desleal
En la tardanza está el peligro
En la tienda de tu amigo, hierro y vino, y en la de tu enemigo, moro y vino
En la tierra donde vivieres haz lo que vieres
En la tolerancia se conoce al sabio
En la variación está el gusto
En la venta de Ladino, más dan por el agua que por el vino. (Porque están cerca muchas viñas, y lejos el agua)
En la vida, la mujer tres salidas ha de hacer