martes, 18 de junio de 2013

- D - Dustin Hoffman

De esta me saque Dios que en otra no me meto yo
De estas que dan el vino, juntas como el lino
De gorra
De gran subida, gran caída; por su mal nacen alas a las hormigas
De granos de trigo se forma un granero
De herrero a herrero no pasa el dinero
De hombre arraigado no te verás vengado
De hombre es errar, de bestias es porfiar
De hombre es errar, de bestias perseverar en el error
De hombre obstinado, y de borracho airado
De ira de señor y de alboroto de pueblo, te libre
De juicios no me curo, que mis obras me hacen seguro
De la abundancia del corazón, habla la boca
De la buena te guardas y de la mala no fíes nada
De la calumnia siempre queda algo
De la Ceca a la Meca
De la discusiones nace la luz
De la mano a la boca se pierde la sopa
De la mar el mero y de la tierra el carnero
De la necesidad nace la actividad
De la nuez el higo es buen amigo
De la palabra que no dices eres su dueño, de la que hables eres su esclavo
De la panza sale la danza
De la primera azadonada queréis sacar agua
De la risa al duelo, un pelo
De la risa al llanto no cabe ni un real de canto
De la suegra y el sol mientra más lejos mejor
De la uva palomino hacen el Jerez el vino
De la uva vejiriega, ten en tu viña algunas cepas; y de botón de gato más de cuatro
De la vaca flaca, la lengua y la pata
De la vieja galana no te fíes nada
De la viña la vendimia
De las aves, la mejor es el ave de Tuyo
De las aves que alzan el rabo, la peor es el jarro
De las palabras, no el sonido, sino el sentido
De lo ajeno, lo que quisiere su dueño
De lo bendito, poquito
De lo poco, poco, de lo mucho, nada
De lo que no cuesta, llenamos la cesta
De lo que se come se cría
De los amores, el nuevo; y de los vinos el viejo
De los amigos me guarde Dios que de los enemigos me guardo yo
De los amores y de las cañas, las entrañas
De los codos no salen hojas de tocino
De los cuarenta para arriba no te mojes la barriga
De los enemigos, lo menos
De los escarmentados nacen los avisados
De los hechizos del amor, la música es la mejor
De los hombres se hacen los obispos
De los leales se llenan los hospitales