Ricardo Ortega, periodista de Antena 3 y ex corresponsal de la cadena en Nueva York, ha fallecido el 7 de marzo a los 37 años tras ser herido de bala en un tiroteo cuando informaba sobre la crisis política en Haití. Ortega había cubierto numerosos conflictos armados, como los de Chechenia, Afganistán o Sarajevo.
Hace nueve días, cuando la revuelta popular contra el presidente
de Haití, Jean Bertrand Aristide, estaba en plena ebullición y él disfrutaba de
una excedencia -licencia temporal por seis meses para asuntos personales- en
EEUU, llamó a la redacción en Madrid y se ofreció a cubrir el conflicto.
"Tenía mono –dice uno de sus colegas de profesión-, le gustaba la primera
línea".
El periodista y la cadena llegaron a un acuerdo para que
interrumpiera su excedencia y cubriera el conflicto de Haití para la cadena.
Desde allí informó de una revuelta popular de la que apenas llegan imágenes a
las televisiones de nuestro país, causando de nuevo la admiración de
numerosos compañeros, sobre todo cuando logró enviar una pieza entera
grabada con su cámara mini-DVD.
Era un brillante párrafo más en la carrera de un periodista de
raza que quería estar siempre donde estuviera la acción. Antes de ser
informador, sin embargo, fue ingeniero nuclear en Moscú, adonde viajó
con 18 años para estudiar Física.
Comienzos como traductor
El frío de Moscú quedaba muy lejos del calor asfixiante de su
Dénia (Alicante) natal. En la capital rusa aprendió el idioma a la
perfección y empezó a colaborar con varias radios españolas.
Poco tardó en entrar en contacto con la delegación de la Agencia
Efe, donde realizó trabajos de traducción por su gran conocimiento del ruso,
labor que simultaneó posteriormente con la realización de colaboraciones
radiofónicas para Antena 3 Radio.
Cuando Antena 3 instaló sus primeras delegaciones en el exterior,
Ricardo fue recomendado por la delegada en Moscú a directivos de la cadena, que
habían solicitado una persona que pudiese realizar este trabajo con garantías.
Su profesionalidad le mantuvo como corresponsal en Moscú durante ocho años.
En aquella época el periodista se hizo muy popular cuando cubrió
para Antena 3 durante meses el conflicto de Chechenia desde las primeras
líneas del frente. Su intrepidez, que le arrastraba a sitios adonde otros
periodistas no se atrevían a ir, le llevó incluso a estar detenido en Grozni
por el Ejército ruso.
Fue su primera guerra. Según él mismo, la que marcó su vocación. Desde entonces, de
acuerdo a la propia cadena, "Ricardo se convirtió en un corresponsal de
guerra de primera línea y sus crónicas provocaban admiración general".
Compañeros de profesión le recuerdan como un hombre muy erudito, discreto,
valiente pero no temerario, y muy vocacional.
Informar sobre 'el otro lado'
Jorge del Corral, director de informativos de Antena 3 en la
época, recuerda que Ricardo le había mostrado un interés especial por cubrir la
información "del otro lado de la moneda", es decir, EEUU, después de
haber vivido largo tiempo en la antigua URSS y posterior Rusia.
Fue entonces cuando Antena 3 envió a Ricardo Ortega como
corresponsal a Nueva York, donde estuvo cinco años en los que simultaneó
su trabajo en la delegación con coberturas especiales en Afganistán o Irak.
En aquella época cubrió para Antena 3 las elecciones
presidenciales de Estados Unidos, el caso del niño cubano 'Eliancito' y los
ataques terroristas del 11-S.
A mediados de 2003, la cadena le informó de su decisión de
trasladarlo a la redacción de Madrid. El periodista, que prefería continuar en
Estados Unidos, prolongó su estancia primero agotando vacaciones acumuladas,
según recuerdan sus compañeros, y posteriormente pidiendo una licencia para
asuntos personales con suspensión de empleo y sueldo.
Ortega, que estaba separado y no tenía hijos, colaboraba también
esporádicamente en la revista 'La Clave' y el periódico semanal 'La Estrella' y
preparaba en la actualidad un programa especial sobre Chechenia que le
había encargado una productora norteamericana.