A mala hilandera, la rueca le haca dentera
A malas hadas, malas bragas
A maldecir no hay cosa fuerte
A más beber, menos comer
A mayor hermosura, mayor cordura
A medida que el vino baja, suben y salen las palabras
A moro muerto gran lanzada
A mozo acucero, amo zoncero
A mozo amañado, la mujer al lado
A mucho vino, poco t ino
A muertos e idos, no hay amigos
A mujer borracha o loca, ¿qué le importa andar sin toca?
A nadie le amarga un dulce
A nuevos reyes; nuevas leyes
A olla que hierva no hay mosca que se atreve
A padre que gasta sucede hijo que guarda
A palabras incoherentes, oídos peripatéticos
A palabras locas, orejas sordas
A palabras necias, oídos de mercader
A palabras necias, oídos sordos
A perro flaco todos son pulgas
A perro viejo no hay tus tus
A poca barba, poca vergüenza
A poco dinero poca salud
A poco vino ¡ay del rezagado, que se quedará sin catarlo!
A poco vino, beber primero, porque ¡ay del postrero!
A puerta cerrada, el diablo se vuelve
A puerta cerrada, labor mejorada
A quien a las doce no ha bebío, llega al el demonio y dice: ¡Este es mio
A quien cuece y amasa no le hurte. la hogaza
A quien dan en qué escoger, dan en qué entender
A quien dan, no escoge
A quien Dios no le da hijos, los hermanos le dan sobrinos
A quien Dios quiere bien la perra le pare lechones
A quien Dios quiere la casa le sabe
A quien Dios se lo dé, San Pedro se lo bendiga
A quien es padre bástele madre
A quien has de dar la cena, no quites la meriende
A quien le echa agua al vino, no debieron echársela en el Bautismo
A quien le gusta el trínquilis fortis, no lo deja ni in artículo mortis
A quien madruga Dios le ayuda
A quien mal quieras pleitos le veas
A quien más le resiste, con más fuerza Cupido enviste
A quien mis racimos se come, zurriagazo que lo deslome; pero si se come los de la viña ajena, eso no vale la pena
A quien nada le debo, con nade le pago
A quien no le sobra pan, no críe can
A quien se humilla, Dios le ensalza
A quien traiga un cuento desprécialo el momento
A quién se mete redentor, le crucifican
A ratos, las mujeres arañan más que los gatos