Tanto fue así, que los periódicos de la época, únicos
transmisores de noticias, comenzaron a inquietarse por la presencia informativa
de la Radio en la empezaron a ver un competidor inesperado.
En 1924 la Radio comienza a ofrecer lo que fue un
antecedente claro de los boletines horarios. Se trataba de programas de dos o
tres minutos de duración en los que se leían noticias de los periódicos.
Esto desató una feroz campaña por parte de los diarios que
impidieron que la práctica continuase alegando que, aprovechando su propio
material, hacían un autentico "periódico hablado" que podría
quitarles clientes.
Pero la campaña llegó mucho más lejos. Se presionó a las
agencias de noticias para que no facilitasen sus servicios a las emisoras de
Radio. Fue una patente declaración de guerra contra la naciente
"radiomanía" que algunos periódicos satirizaban llamándola
"rabiomanía".
La posterior incorporación de los propios periódicos a las
operadoras radiofónicas, permitió a estas disponer de servicios de noticias y
crear así sus propios informativos.
Un claro ejemplo de esto fue el diario La Libertad que se
asoció con Radio Ibérica. De esta unión nace "Crónica semanal" un
programa que se emitía los domingos y abarcaba todos los campos de la
actualidad.
Y de nuevo comenzó la campaña de los periódicos contra las
radios. En esta ocasión se atacó por el hecho de hacer información en domingo
cuando ese era el día libre de los periodistas.
Se argumentaba que esa conquista socio-laboral, había
costado mucho trabajo obtenerla y no era lógico que la Radio no la respetase.
La presión fue tanta, que el Gobierno, mediante decreto, prohíbe la emisión de
programas informativos en domingo.
Pero Radio Ibérica y el diario La Libertad no estaban ya
dispuestos a ceder en sus aspiraciones y deciden poner en antena una serie de
programas informativos de lunes a sábado.
La primera semana de enero de 1925 Radio Ibérica comienza
la emisión de tres programas informativos por las mañanas y uno por la tarde.
Están divididos en secciones como los periódicos y además de la actualidad
política y económica ofrecen noticias de cultura, sociedad, educación, deportes
y música.
Las agencias de noticias ceden ante las emisoras de Radio,
que amenazan con crear sus propios servicios de noticias, y comienzan a
facilitarles la misma información que a los periódicos.
Pero fue en 1930 cuando nace el primer informativo de
Radio. "La Palabra" de Unión Radio Madrid. La redacción está
compuesta por redactores de la emisora, no de periódicos.
Es un diario hablado al estilo de los "journal
parlé" que se hacían en París, es más toma el mismo título "La Parole".
También hay antecedentes en Milán.
Poco a poco la información se generaliza en la Radio y los
periódicos descubrieron que cuando una emisora daba una noticia importante
aumentaba la venta de periódicos. Lejos de ser competencia, ambos medios, el hablado
y el escrito, se convirtieron en complementarios.
Y en esta situación se llega al año 36. Al estallar la
guerra el panorama de la Radio no podía ser menos que el del país y se
transforma por completo. De un medio de información y ocio la Radio pasa a ser
un medio de propaganda.
Ambos bandos utilizan las emisoras que están bajo su
influencia para propagar sus consignas y su versión interesada sobre la marcha
de la guerra.
Finalizada la contienda civil, las emisoras de Radio pasan
a ser propiedad del Estado legal y formalmente. Unas se gestionan directamente
desde el Gobierno y otras se ceden a empresas privadas en régimen de concesión
administrativa.
No hace falta decir que estas concesiones se hacían a
personas o entidades afines al nuevo régimen político que ejercerá una férrea
censura sobre todas las emisoras.
La información se reservó para Radio Nacional de España con
la que conectaban el resto de estaciones dos veces al día, una a las dos de la
tarde y otra a las diez de la noche, para retransmitir el Diario Hablado que se
conocía popularmente como "el parte".
En los años sesenta, la Cadena Ser creó sus propios
Servicios Informativos y negoció la emisión de espacios de noticias. El hombre
que se puso al frente fue Antonio Calderón y los espacios fueron "Matinal
Cadena Ser" a las ocho de la mañana y "Radio Madrid madrugada" a
las doce de la noche.
La condición que puso Radio Nacional es que no se emitiesen
noticias de política, ni nacional ni internacional, elaboradas por la emisora y
que éstas serían enviadas diariamente, vía telex, para ser emitidas con el
siguiente encabezamiento. "Noticias nacionales e internacionales
facilitadas por Radio Nacional de España".
Debían ser leídas por una voz neutra que no apareciese
ninguna otra sección del programa. La tarea le fue encomendada a José Hernández
Franch, una de las voces más conocidas del NODO. El resto de las noticias
tenían que ser de cultura, espectáculos, municipales, curiosas, sucesos y
deportes. Pero siempre con mucho cuidado para no rozar cuestiones polémicas
sobre todo en las secciones de cultura y espectáculos. Había que mandar los
guiones con 24 horas de anticipación a la consulta previa establecida en el
Ministerio de Información y Turismo y posteriormente atenerse a lo que había sido
aprobado. Debido a este trámite las noticias no tenían, precisamente, mucha
actualidad.
Durante el mandato de Pío Cabanillas como ministro de
Información y Turismo, hubo cierta apertura. En 1972 la Cadena SER puso en
antena "Hora 25" una idea de Manuel Martín Ferrand que supuso una
novedad en la forma de hacer un informativo. El programa, que hoy se mantiene
en antena, ocasionó más de un dolor de cabeza a los directivos de la Cadena Ser
que se vieron obligados a destituir a Martín Ferrand por presiones de la
censura.
Con la entrada de León Herrera en el Ministerio de
Información y Turismo se produjo una involución drástica en la política
informativa del Régimen que se endureció de forma notable. Pero eran los
últimos años del franquismo. No obstante muerto Franco en 1975, la Radio debió
esperar dos años más hasta que se liberalizo la información, se suprimió la
obligatoriedad de conectar con Radio Nacional y las emisoras pudieron tener sus
propios programas informativos.
La Cadena Ser llevaba una considerable ventaja ya que la
estructura la tenía montada, únicamente tuvo que cambiar los contenidos de sus
informativos.
Pero la gran noche informativa de la Radio, una vez más
protagonizada por la Cadena Ser, fue la del 23 al 24 de febrero de 1981. La
noche del intento de golpe de Estado. Por primera vez en la España de la
posguerra, la Radio se convertía en el medio de referencia para los españoles
que, entre atónicos y temerosos, demandaban información sobre lo que estaba
ocurriendo en el país.
La consolidación definitiva de la Radio como medio
informativo se produce a partir de 1982 con la aparición de Antena 3 Radio que
nace con una nueva fórmula radiofónica en la que la información ocupa un lugar
preferente.
Hoy la Radio es, fundamentalmente, compañía e información.
No se puede concebir una programación sin espacios informativos. Y actualmente
como en 1924, la Radio, informativamente, no es competencia de nadie y nadie es
competencia de la Radio. En acertada definición que se atribuye a Jesús de la
Serna, se establece que la Radio da la noticia, la Televisión enseña la noticia
y el Periódico cuenta la noticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario