Con la casi completa
seguridad de que no la vas a leer, pero con la convicción de que va rodar por
Internet donde será enviada a amigos y enemigos, a éste y al otro lado del
"charco", sin que tus servicios de censura puedan impedirlo, te
escribo esta carta para decirte, para empezar, que estoy harto, cansado,
aburrido, asqueado ..., y no digo decepcionado, porque de ti nada se podía
esperar, ni hace cinco años ni ahora mismo.
No sé quién es el amo al que sirves, pero he de reconocer que lo que te
ordena lo cumples con una fidelidad perruna. Había que convertir a España en un
predio de indeseables de la política, del separatismo y de la aberración moral,
y uno de los medios que
empleas con más eficacia es el de dividir a los españoles a los que, previamente, quizá aconsejado
por alguno de tus seiscientos asesores, has conseguido adormecer, acobardar y
eliminar hasta el último rasgo de nobleza. Un poco duro ¿a que sí? Pues espera a
leer lo siguiente.
Escritores e historiadores, especialmente
los de tu cuerda o
de la de tu amo,
se empeñan en decir que si en julio del 36 hubiera habido diálogo entre
facciones políticas enfrentadas, la tragedia no hubiera ocurrido. Encaramado en
el poder hace cinco años, con un fuerte olor a chatarra y cuerpos calcinados,
te has propuesto que eso no ocurra hoy, ya que un diálogo podría ser fatal para
tus sectarios y cainitas argumentos. Pero no te enorgullezcas, porque tú sólo
eres la guinda de un pastel con olor a huevos podridos, pastel que empezaron a
confeccionar entre todos, incluida la suicida derecha, que llamaremos así para
no hacerte pensar demasiado. Y estamos llegando al final del camino.
Cuando se dominan los
centros de la política, los mediáticos, la banca y hasta las conciencias
comprables, el camino se vuelve fácil y, lógicamente, se blinda, se cerca con
anillo de hierro, cualquier propaganda o sectaria información relacionada con
Franco y la guerra civil que fue, también para ti y los tuyos, de auténtica
Liberación, bien que sólo temporal. Por eso, toda barbaridad, villanía o mentira
cae como pedrisco en campos sin segar, y deja su rastro de muerte.
Tus asesores y los de
presidentes anteriores que hemos padecido, no importa la zona de la rosa de los
vientos políticos, han establecido que la culpa de la guerra civil la tuvo
Franco. No hay discusión posible, no hay forma de poder desmontar públicamente
esta falacia porque vosotros y ellos manejáis las riendas de los burros que
tiran del carro y, de esa forma, se crea una base inamovible para edificar el
templo del rencor y de la mentira.
Si supieras leer, podría enviarte los comentarios de la prensa europea de
entonces,
especialmente la inglesa, sobre la situación en España, abocada al desastre
bajo el gobierno ( sic ) del Frente
Popular. Si supieras leer, que no es el caso, leerías en los archivos de tus
bien remuneradas Fundaciones, como la de Pablo "Paulino" ( se llamaba así ) Iglesias, que los líderes de tu partido eran los que
buscaban la guerra civil en el caso de que las elecciones la ganara la derecha. Y sin ese placer de la lectura no puedes
enterarte de que los partidos políticos que apoyaban con más fuerza y más
medios humanos a la tambaleante república, eran los marxistas, los que buscaban
ese paso necesario del Frente Popular para meternos de hoz, coz y martillo en el
"paraíso de la dictadura del
proletariado" en sus diversas formas.
No lo ocultaban, lo decían, lo escribían, lo
proclamaban sin tapujos.
Al fallar el criminal asalto a la
república en octubre de 1934, lamiéndose las heridas del fracaso, actuaron de
otra forma y se produjo aquello que quería tu Largo Caballero del alma y otros
como él, la reacción de una parte de España que se negaba a desaparecer, visto
el panorama desolador de cinco meses de "gobierno", con crimen de
Estado incluido, crimen que ellos mismos anunciaron en el Congreso de
Diputados. Los tuyos jamás ocultaron que el apoyo al Frente Popular les daba
pie para su revolución, y la de sus sangrientos adversarios, los anarquistas.
Al abrirse la Caja de
Pandora ( pregunta a tus asesor 451 ) la
tragedia dura casi tres años, pero el tiempo es más que suficiente para mostrar
la catadura moral de aquellos asesinos de la república y, de paso, de España.
La mayor persecución religiosa conocida, con más de seis mil frailes,
sacerdotes y monjas asesinados, que con ese desparpajo del bellaco, echan la culpa a "incontrolados",
cuando esos "incontrolados" eran, precisamente, las organizaciones
sujetas al poder y las milicias de los partidos que sostenían ese poder.
Hasta el ministerio de
la Gobernación tenía su propia "cheka". La mayor matanza realizada al
estilo soviético, modelo para un posterior Katin, organizado desde el poder de
forma admirable en su logística y crueldad, dirigida por un sicario de Moscú (
a las órdenes de un miserable apellidado Miaja ), sicario que hoy ventosea su
decadencia física por estudios, palacios y universidades. La zona
auténticamente roja era un infierno, no ya para sus aterrorizadas víctimas,
sino para todos.
Además de los crímenes cometidos en
cantidades industriales ( Cataluña fue una de las regiones más castigadas
), la capacidad de destrucción del
Patrimonio alcanzaba dimensiones bíblicas. Templos e iglesias, algunas de valor
artístico e histórico incalculable, fueron destruidas, incendiadas, arrasadas,
por millares, pero también se destruyeron bibliotecas y museos, archivos
parroquiales y municipales, casas privadas... Una verdadera orgía de los que
hoy se consideran "legalmente
constituidos". Y la capacidad de saqueo, de expolio y de robo no tenía
límites. Además de entregar el oro del Banco de España a un país con el que ni
siquiera había relaciones diplomáticas, y en manos de un criminal, está el robo
del Museo del Prado, enmascarado en una operación de "salvamento",
las joyas particulares, de iglesias, de museos amontonadas en el
"Vita", cuadros, colecciones numismáticas, tesoros de Biblioteca...
En Cataluña se empezaron a enviar a la frontera con Francia, ya en agosto de
1936, todo lo que aquella infecta Generalidad había saqueado hasta entonces y
que, gracias a las gestiones del Gobierno Español, pudo regresar a Cataluña en
... 12 vagones de ferrocarril.
La reconstrucción de
España, no ya de los destrozos provocados por los combates, sino por lo
destruido por tus ancestros políticos se realizó pese a las dificultades
económicas. Pero, esencialmente, España se libró de una chusma política que, al
final de la guerra era capaz de cometer la felonía de ofrecer amplias zonas del
territorio nacional a Francia y puertos para la flota inglesa en Galicia y
Cataluña ¿Qué sentido de Patria podéis tener vosotros, una partida de
rencorosos dispuestos a dejar a España convertida en una vieja suripanta?
Nunca ha estado
España, desde que es España, más cerca de su extinción como país noble y libre,
con su Historia milenaria arrojada a los cerdos y su espíritu envilecido,
convertido en una sopa agusanada con olor a animal sin sexo. Una España que ha
perdido hasta a los hispanoamericanos, aquellos que en tiempos anteriores a la
"democracia de partidos modelo 1978", eran hermanos y hoy
"molestos sudacas".
Dirás, o dirá el que
lea esto, el porqué del tuteo o de la falta de respeto a todo un Presidente.
Respuesta aclaratoria:
no te considero con la mínima categoría humana y moral para respetuoso trato
alguno, y es que el respeto no se adquiere por ley, se adquiere por propios
valores morales, esos que, en tu caso, es uno de los secretos mejor guardados.
Como despedida, podría enviarte
simbólicamente al Infierno, pero me temo que ni allí te acepten, así que, para
tu uso y disfrute, dosvidania, tavárich! y...
¡...VIVA España!
Jesús Flores Thies
Coronel de Artillería-retirado